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La cooperativa Etxekide, seleccionada para construir el primer ‘cohousing’ de Navarra impulsado por el Gobierno foral para personas mayores

09.02.2024
Rueda de Prensa completa

Serán 25 viviendas con huerto, zonas y servicios comunes en un proyecto colaborativo centrado en los cuidados en una parcela cedida por el Ayuntamiento de Pamplona.

La cooperativa de iniciativa social Etxekide construirá 25 viviendas de alojamiento colaborativo en régimen de cesión de uso para personas mayores en una parcela en la zona de los Alemanes de Pamplona / Iruña, un proyecto impulsado por el Departamento de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo. El proyecto residencial, mayoritariamente para mayores de 65 años, contará con un edificio construido en planta baja y dos alturas que albergará las viviendas y las zonas comunes, y con una zona exterior que contará con un huerto comunitario.

Así lo ha explicado la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, en una rueda de prensa en la que la que se han dado a conocer detalles de este proyecto impulsado por el Gobierno de Navarra y en la que ha participado la vicepresidenta y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, el concejal delegado de Gobierno Estratégico, Urbanismo, Vivienda y Agenda 2030 del Ayuntamiento de Pamplona, Joxe Abaurrea, y Carlos Rey, secretario y miembro del grupo motor inicial de la cooperativa Etxekide.

La consejera Maeztu ha recordado  que “se estima que en 2037, en Navarra, 70.000 personas superarán los 80 años, frente a las 41.000 actuales, por lo que el Gobierno foral  ha visto la necesidad de facilitar la puesta en marcha de nuevos modelos de vivienda colaborativa, o ‘cohousing’, como  alternativa residencial que permita a las personas mayores envejecer en entornos comunitarios, con viviendas individuales y zonas y servicios comunes, pensados para la gestión de la autonomía de las personas, pero también para los cuidados y la atención a situaciones de dependencia. Se trata de un modelo comunitario autogestionado, donde todas las personas comparten decisiones, responsabilidades y tareas, manteniendo al mismo tiempo la independencia e intimidad de cada persona usuaria”.

El Gobierno de Navarra sacó a licitación el proyecto a través de una convocatoria en la que se valoraba además de la propuesta constructiva y económica, el servicio colaborativo donde se tenga en cuenta la atención a la dependencia, la prestación de servicios, atención médica, programa de actividades para fomentar la autonomía, alternativas de cuidados, o acompañamientos y atención al final de la vida.

A dicha convocatoria se presentaron dos entidades, siendo Etxekide la seleccionada por haber obtenido la mejor puntuación en el baremo de valoración, tal y como se recoge en la Orden Foral 181/2023, de 1 de junio.

Maeztu ha señalado que la propuesta de Etxekide destaca tanto en la parte colaborativa como en el criterio social que tiene en cuenta el compromiso de contratación de personas con discapacidad, en exclusión o mujeres víctimas de violencia de género. La resolución aprobada otorga a Etxekide, una cooperativa sin fines lucrativos “comprometida con la atención de las necesidades asistenciales, sanitarias y sociales de las personas socias”, un derecho de concesión de la parcela catastral 2101 del Polígono 6 de Alemanes, en el barrio de la Txantrea, cedida por el Ayuntamiento de Pamplona, por un plazo de 75 años.

La consejera Maeztu ha agradecido al Ayuntamiento de Pamplona la cesión de la parcela en la que se construirá el proyecto: “Es fundamental que las administraciones locales, que son quienes principalmente cuentan con terrenos de propiedad pública, estén dispuestas a cederlos para avanzar en el desarrollo de este tipo de alojamientos”.

Abaurrea, por su parte, ha destacado la «alineación» de intereses conseguida entre el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra para impulsar este proyecto, que aúna una apuesta por un modelo colaborativo de vivienda con un compromiso por la sostenibilidad, la inclusión, los cuidados y la recuperación del protagonismo de las personas mayores en la sociedad.

«Son nuevos modelos no especulativos de acceso a la vivienda. Aunque ahora sean expresiones pequeñas, la voluntad es que cada vez tengan un papel mas importante en los nuevos modelos de acceso a la vivienda», ha destacado.

Requisitos y plazos
Según ha explicado Carlos Rey, secretario de Etxekide, “nuestra cooperativa nació de una motivación que tenemos muchas personas, no querer envejecer y morir solo o sola en casa ni en una residencia privada, queremos compartir nuestra última etapa de la vida en compañía, sin depender de la familia o amistades, y con la mayor autonomía posible. Y nos ha motivado que esta forma de vivir es posible. Un modelo de vivienda colaborativa que es un éxito en muchos países”

Rey ha indicado que todas las viviendas tendrán el mismo tamaño, 52 metros cuadrados aproximadamente, contarán con una distribución flexible, accesibilidad universal y calificación energética triple A. También dispondrá de espacios y servicios comunitarios, con cocina y comedor, salas de actividades, lavandería, salas sociosanitarias, biblioteca o zonas de encuentro.

Según ha indicado, está previsto que en junio esté terminado el proyecto de ejecución y a comienzos de 2025 se inicien las obras, de forma que el edificio pueda estar terminado y apto ser habitado a mediados de 2026. La inversión total será de 4.550.759,69 euros, para la cual Etxekide realizará una aportación de fondos propios de 910.151,90 euros y una petición de financiación bancaria y extrabancaria de 3.643.000 euros.

Las personas que tengan interés en acceder deberán tener unos ingresos brutos anuales superiores a 18.500 euros, con el requisito de realizar una aportación de entrada al capital social de 30.691 euros y una cuota mensual base de 530 euros para cubrir costes de promoción e intereses, más 115 euros por persona para otros gastos.

Apuesta por los espacios comunes
Una de las claves de este tipo de viviendas es la combinación de espacios privativos y zonas comunes amplias, que son considerados una extensión de los alojamientos particulares, por lo que la propuesta cuenta con un 38% del espacio destinado a zonas comunes como cocina, comedor, salas de actividades, lavandería, salas para la atención sociosanitaria, biblioteca, zonas de encuentro, y un área de jardín o zona exterior, espacio en el que se propone la integración de un huerto urbano comunitario local compartido con entidades sociales. El uso de estos espacios y servicios comunes se organizará por las propias personas residentes mediante métodos participativos para la autogestión.

Este tipo de alojamiento colaborativo debe contar con Estatutos o normas internas de organización y funcionamiento que recojan la actividad colaborativa en la que deben implicarse los y las residentes y que regulen el modo de dispensar y organizar los servicios destinados al conjunto de personas que allí conviven; las actividades que se van a desarrollar en favor de una vida activa, social y saludable; la planificación de un sistema de cuidados para las personas que hayan desarrollado una situación de dependencia mediante el modelo de atención integral y centrada en la persona; así como el compromiso de que la propiedad de los alojamientos no pueda ser dividida en propiedad horizontal ente las personas usuarias.

Consolidación de la vivienda colaborativa como alternativa residencial
Tal y como ha señalado la vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, “durante esta legislatura se va a trabajar para consolidar esta alternativa residencial en Navarra, no solo para personas mayores, sino para cualquier persona que lo desee”. “Así lo recogimos en el acuerdo programático firmado el pasado mes de agosto y lo vamos a cumplir: queremos ofrecer una vivienda asequible que garantice la no especulación y la asequibilidad permanente, favoreciendo el acceso a la vivienda a todas las personas”, ha destacado.

En este sentido, Alfaro ha avanzado que desde la Dirección General de Vivienda se van a poner en marcha diferentes medidas que permitan “dar cobertura legal y seguridad jurídica a estas iniciativas, diseñar e impulsar medidas de fomento y apoyo en colaboración con distintos departamentos, entre los que destaca Derechos Sociales, Economía Social y Empleo” y también desarrollar “diferentes proyectos piloto a través de cesión de suelos, con el objetivo de sentar las bases de programas públicos de vivienda y sirvan como modelos de referencia para fomentar la vivienda colaborativa rural, la vivienda colaborativa asequible y la vivienda colaborativa senior”.

Cabe destacar que, recientemente, el Gobierno de Navarra se adhirió a la Red europea de Ciudades y Regiones por la Vivienda Colaborativa, que tiene por objetivo promover programas de innovación e intercambiar conocimientos y buenas prácticas sobre políticas públicas de impulso a este modelo de vivienda, cada vez más común en el marco europeo. Asimismo, el pasado mes de enero la directora general de Vivienda, Maite Arrondo, viajó a Bruselas para reunirse con los miembros de Housing Europe, la Federación Europea de Vivienda Pública, Cooperativa y Social, en un encuentro donde responsables políticos a nivel europeo y local acordaron adoptar un enfoque integrado en materia de vivienda que aborde la exclusión social y la necesidad de reducir significativamente la huella de carbono en el parque residencial europeo.

 
 
 

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